Citas de La alargada sombra del amor, de Mathias Malzieu
Estoy mecánicamente vivo, ya que mis dedos se mueven y mis ojos parpadean. Sin embargo, siento un profundo vacío. Como si me hubiera bebido una taza de té, se me hubiera hecho añicos en la garganta y retorciera todos los puntos sensibles del cuerpo, sin tocar órganos vitales, para que me quede aquí.
Las farolas nos miran con cara como de: "Control de identidad, por favor. Tengan la amabilidad de sacar las estrellas de los bolsillo, del pelo, de los ojos. Todo lo que brille, deposítenlo en la bolsa de plástico: sus sonrisas, sus recuerdos, ya no los necesitarán allá adonde van."
Lisa lee dos poemas de mamá, los lee en voz alta. La imagen que despliega es la de un jarrón lleno de agua de lágrimas. Podemos ver moverse las flores negras y verdes en sus ojos, podemos oír claramente cómo crujen las espinas en su boca.
Aún me cuesta invocar los buenos recuerdos, los otros me caen encima de imprevisto. En la cocina, delante de tu encimera, las sombras siguen con su trabajo de zapa. Me pican los ojos y me vierten litros y litros de recuerdos muy recientes; aunque son los peores recuerdos.
Todo me da en la cara a la vez: la muerte, el frío, el miedo.
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