Reseña || Un mundo feliz, de Aldous Huxley

*Cómo llegó a mis manos:
Fue el segundo libro que tuvimos que leer para el Club de Lectura, pero realmente siempre había tenido muchas ganas de leerlo.

*Argumento:
Año 632 después de Ford. La novela comienza enseñándonos el nacimiento de los seres humanos en probetas y sus primeros años de vida y condicionamiento. Porque así es como está configurada la sociedad en cinco clases: Alfas, Betas, Gammas, Deltas y Epsilones (como se puede ver en la imagen). 
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Este condicionamiento consiste en hacerles amar aquello que deben hacer, por lo que no serán felices si no lo hacen, si no cumplen su papel en la sociedad. Las tres clases más bajas, es decir, Gammas, Deltas y Epsilones, se crean a través del método Bokanovsky, que permite
generar decenas de mellizos en poco tiempo. Así se configura la sociedad perfecta, junto a la hipnopedia (enseñanza durante las horas de sueños) y el condicionamiento neopavloviano, con lo que se consigue una estabilidad social y se promueve el consumismo. También se fomenta el erotismo desde edades tempranas, que derivará durante la madurez en su principal pasatiempo: las relaciones sexuales. El concepto de amor romántico está mal visto. Otro de los pasatiempos de este mundo feliz es el consumo de drogas de diseño, conocidas como soma y cuyos efectos secundarios son la felicidad instantánea y la evasión de la realidad. Con esto se puede tener los sentimientos a un nivel que nunca se excedan, dando lugar a las pasiones.

La historia se centra en Lenina Crowe y Bernard Marx, trabajadores del Centro de Incubación y Condicionamiento. Bernard es un Alfa-más, pero no se siente así, sino inferior, lo que le hace sentirse inseguro y apartado del resto de humanos. 
Bernard invita a Lenina a una reserva en Nuevo México, donde ven a los salvajes, conocido como Malpaís. La vida allí es completamente diferente y Lenina se horroriza. Allí conocen a Linda y a John, que no son salvajes, pero tuvieron que quedarse en la reserva y adaptarse a ese modo de vida. John se siente fuera de lugar en la reserva y encuentra su consuelo en las obras literarias de Shakespeare. Bernard le ofrece a John acompañarlo y conocer ese mundo del que su madre tanto le ha contado desde pequeño.
Gracias a la llegada de John, Bernard se hace muy popular, cambia su forma de ser, por lo que John decide alejarse de él y éste vuelve a quedarse solo. John se enamora de Lenina y ella también tiene sentimientos por él. Sin embargo, las formas de vida tan diferentes entre ambos suponen una brecha demasiado grande para ser resuelta.

Al fallecer Linda, John se enfurece con todos aquellos que toman y distribuyen soma, creando un gran conflicto que fue solventado en parte por su amigo Bernard. Por este motivo, John es conducido 
ante Mustafá Ford para explicar su comportamiento, pero éste tan sólo demuestra un odio y un desprecio profundo por la sociedad fordiense.
Cuando un individuo es consciente de que no forma parte del gran grupo social, se envía a una de las islas Falkland, como sucede con Bernard. El salvaje no tiene esa oportunidad, por lo que se muda a un faro alejado. Allí intenta llevar una vida como la que tenía antaño en la reserva, autolesionándose cuando caía en el dolor de la memoria. Esto fue considerado un espectáculo, por lo que John finalmente termina suicidándose.

*Crítica:
Un Mundo Feliz es una utopía social donde Aldous Huxley nos plantea una sociedad perfecta cuya base es el condicionamiento y los estímulos desde el nacimiento, de forma que no haya brechas en un futuro, que nadie pueda revelarse contra el sistema (no porque no pueda, sino porque no quiera).  Es un Mundo Feliz porque todos los individuos tienen lo que desean, son felices haciendo lo que hacen. No existen las prohibiciones, de hecho, se les administra un medicamento para que puedan huir de las emociones negativas. Un Mundo verdaderamente Feliz, ¿verdad? Mediante esta creación de un mundo feliz, realiza una crítica a la sociedad actual, pese a ser una novela escrita en la década de los años treinta, es una obra muy avanzada para su época.

Sorprende que en una sociedad perfecta deban eliminar el arte, los libros, las plantas... elementos que podrían elevar las pasiones. Elementos que las elevan, realmente. Las pasiones hacen débil al hombre y Aldous Huxley no es el primer escritor que nos habla de ello, sino que es una idea que ha sido explotada desde los tiempos de la filosofía clásica, en Grecia. Para que las pasiones no nos destruyan, hay que mantenerlas controladas, y en el Mundo Feliz se controlan mediante el soma, mediante las drogas. En la actualidad esto también sucede. El soma existió, de hecho, podéis leer más sobre el soma aquí. El soma es el prozac, el soma es la medicina, la droga de diseño que ayuda a vivir a los que tanto sólo sobreviven. Para frenar las pasiones es necesario cortar la libertad, hay que ocultar aquello que nos hace sentir por encima de lo que se quiere. Esta privación de la verdadera libertad en pos de la supuesta libertad se ve en cada una de las páginas de esta obra.

Pese a todo, éste es un libro frío y hueco de sentimientos. La amistad es interesada, el amor es limitado, la familia no existe... el único apego que los individuos sienten es por los objetos materiales, pues no olvidemos que estamos ante una sociedad fordiana, donde el capitalismo mueve el condicionamiento y el mundo, donde Ford es Dios. 

En mi opinión en un libro que ha generado mucha polémica, que no gusta, porque es real, porque nos vemos representados y eso siempre crea rechazo. Nos vemos reflejados en una sociedad donde la individualidad es nula, donde las personas son réplicas de otras, esponencialmente sin personalidad, y eso duele. La verdad duele. 

*Citas destacadas:
Libros y ruidos fuertes, flores y descargas eléctricas: en la mente de aquellos niños ambas cosas se hallaban ya fuertemente relacionadas entre sí; y al cabo de doscientas repeticiones de la misma o parecida lección formarían ya una unión indisoluble. Lo que el hombre ha unido, la naturaleza no puede separarlo.
Comí civilización, me sentó mal y enfermé. 
¿No has sentido nunca tener algo dentro de ti que sólo espera para salir que les des una ocasión? ¿Un exceso de fuerza, comprendes, que no usas, como el agua que se precipita en cascadas en vez de pasar por las turbinas? 
Éste es el precio que debemos pagar por la estabilidad. Hay que elegir entre la felicidad y lo que la gente llamaba arte puro. Nosotros hemos sacrificado el arte puro y en su lugar hemos puesto el sensorama y el órgano de perfumes.  
Si uno es diferente se ve condenado a la soledad.  
Las palabras, como los rayos X, atraviesan cualquier cosa, si uno las emplea bien. 
Abrázame hasta embriagarme de amor, bésame hasta dejarme en coma; abrázame, amor, arrímate a mí; el amor es tan bueno como el soma.

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