Citas de El año que duró dos segundos, de Rachel Joyce



No resulta fácil fingir que no está sucediendo.


Tus pensamientos deben llevarte más allá de tus certezas.


Evocar el pasado es como volver a un lugar que visitó en vierta ocasión y descubrir que se ha desvanecido, que no queda absolutamente nada.


No se puede reparar el pasado. Lo único que queda son los errores cometidos.


Era como si todas las cosas hubiesen empezado a olvidar lo que eran.


A veces sucede; los recuerdos surgen como una señal procedente de otra parte de la vida, de otro contexto, como si dos momentos sueltos del pasado y el presente pudieran confuir y adquirir nueva trascendencia.


Piensa en lo mucho que le gustaría tener eso en su vida, la risa de Eileen, su modo distinto de ver las cosas, y se pregunta si será eso lo que buscan las personas en una pareja o un amigo: la parte de sí mismo que les falta.


A lo mejor todo se reducía a creer que las cosas eran lo que querías que fueran. A lo mejor era tan sencillo como eso.


Es como decirle adiós a algo que ya se ha ido.

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