Reseña || El secreto, de Donna Tartt
*Cómo llegó el libro a mis manos:
Lo conocí por casualidad porque una amiga lo encontró en tuuulibrería y prácticamente me obligó a llevármelo. Desde entonces he estado obsesionada con este libro, hasta el punto de comprarme un segundo ejemplar para poder regalárselo a mi novio.
Al final, como cuenta Lara aquí, a mi portada le pasó lo mismo: se desdibujó el título (ahora se puede leer ecreto).
Al final, como cuenta Lara aquí, a mi portada le pasó lo mismo: se desdibujó el título (ahora se puede leer ecreto).
*Argumento:
La vida no es fácil en un college de Nueva Inglaterra si eres un chico modesto y falto de afecto que llega de California, y Richard Papen lo sabe; por eso agradece que lo admitan en un pequeño grupo de cinco estudiantes capitaneados por un profesor de literatura clásica con mucho carisma y pocos escrúpulos.Los chicos sueltan comentarios en griego y se ríen de la ingenuidad y la torpeza de los demás, pero bien mirado se pasan el día bebiendo y engullendo pastillas, hasta que un mal día lo que parecían chiquilladas se convierten en asuntos donde la muerte tiene algo que decir. Es entonces cuando Richard y su pandilla descubren qué difícil es vivir sin máscaras y qué fácil es matar sin remordimientos.En El secreto, la primera novela de la gran Donna Tartt, se unen la tensión de la novela psicológica, el ritmo de un thriller y la crónica de una juventud que pide demasiado a la vida sin saber bien qué entregar a cambio. El resultado es una obra que se cuenta entre las mejores del siglo XX.
Esta es la sinopsis oficial, y realmente no queda demasiado lejos de lo que es el resumen del libro en sí. Richard Papen ingresa en estudios de lenguas clásicas, mostrando especial interés por las clases de griego de Julian, y aún más por sus limitados alumnos: Camila, Charles, Henry, Francis y Bunny. Conseguirá que le admitan en ese selecto grupo a cambio de que renuncie al resto de las asignaturas que está matriculado; Richard lo hace. Este es el punto de inflexión, el punto que cambia su vida.
Sus cinco compañeros son misteriosos y atrayentes para él, hasta el punto de sentir miedo cuando conoce la verdad: han cometido un crimen. Los cinco trataron de hacer una bacanal de diferentes maneras -tomando sustancias, dejando de dormir, ayunando-, hasta que finalmente consiguieron separarse de su yo primario. En medio de este huracán espiritual, Camila, Charles, Henry y Francis asesinan brutalmente a un hombre. Bunny, que no había ido con ellos, se sorprende al verlos llenos de sangre. Ellos dicen que habían atropellado un ciervo. Este es el punto de inflexión de los chicos.
Bunny decide que es mucha casualidad que ese suceso se corresponda con un crimen que se cometió en la zona por donde ellos estaban, por lo que hace comentarios y bromas continuas a sus compañeros, hasta que finalmente se lo cuenta a Richard, metiéndole de lleno en la historia. Aquí todo se vuelve oscuro, ya que juntos, los cuatro que cometieron el crimen y Richard deciden matar a Bunny para que no los delate. Así, lo siguen hasta unos acantilados por los que solía pasear y lo empujan, esperando que fuese encontrado al día siguiente y calificado como un accidente. Sin embargo, esa misma noche nieva. Nieva tanto, para ser primavera, que el cuerpo de Bunny queda sepultado, y la policía comienza una búsqueda por la desaparición de éste.
Se suceden unas semanas agotadoras para los cinco chicos, que tienen que lidiar con la universidad, su vida y la policía sin que nadie sospeche que han sido ellos, pues todos podrían ser sospechosos. Por suerte, una lluvia consiguió destapar el cuerpo de Bunny, siendo encontrado por las autoridades y reportándolo como un accidente, tal y como los chicos habían planeado. Así, con este peso quitado de encima, solo quedaba volver a la vida normal. Peor no iba a ser así. Julian recibe una carta y se la enseña a sus alumnos; él piensa que es una broma de mal gusto, pues se la envía Bunny. Los chicos la leen y se dan cuenta de que esa carta fue escrita antes de que se lo contase a Richard, y que tiene por las cuartillas de detrás las reservas de un viaje que hizo Bunny con Henry. Si Julian descubría eso, era su fin. Intentan robar la carta, pero fracasan, haciendo así que Julian descubra la verdad. Promete no delatarlos, pero se marcha del colegio sin dar ninguna explicación.
Esta degeneración de los protagonistas acaba con la muerte de Henry, quien se suicida para que no lo lleven a la cárcel. Antes de hacerlo se despide de Camilia, de quien estaba profundamente enamorado. Los chicos, tras este suceso, se separan durante años; y cuando vuelven a reunirse ya nada es igual.
Esta es la sinopsis oficial, y realmente no queda demasiado lejos de lo que es el resumen del libro en sí. Richard Papen ingresa en estudios de lenguas clásicas, mostrando especial interés por las clases de griego de Julian, y aún más por sus limitados alumnos: Camila, Charles, Henry, Francis y Bunny. Conseguirá que le admitan en ese selecto grupo a cambio de que renuncie al resto de las asignaturas que está matriculado; Richard lo hace. Este es el punto de inflexión, el punto que cambia su vida.
Sus cinco compañeros son misteriosos y atrayentes para él, hasta el punto de sentir miedo cuando conoce la verdad: han cometido un crimen. Los cinco trataron de hacer una bacanal de diferentes maneras -tomando sustancias, dejando de dormir, ayunando-, hasta que finalmente consiguieron separarse de su yo primario. En medio de este huracán espiritual, Camila, Charles, Henry y Francis asesinan brutalmente a un hombre. Bunny, que no había ido con ellos, se sorprende al verlos llenos de sangre. Ellos dicen que habían atropellado un ciervo. Este es el punto de inflexión de los chicos.
Bunny decide que es mucha casualidad que ese suceso se corresponda con un crimen que se cometió en la zona por donde ellos estaban, por lo que hace comentarios y bromas continuas a sus compañeros, hasta que finalmente se lo cuenta a Richard, metiéndole de lleno en la historia. Aquí todo se vuelve oscuro, ya que juntos, los cuatro que cometieron el crimen y Richard deciden matar a Bunny para que no los delate. Así, lo siguen hasta unos acantilados por los que solía pasear y lo empujan, esperando que fuese encontrado al día siguiente y calificado como un accidente. Sin embargo, esa misma noche nieva. Nieva tanto, para ser primavera, que el cuerpo de Bunny queda sepultado, y la policía comienza una búsqueda por la desaparición de éste.
Se suceden unas semanas agotadoras para los cinco chicos, que tienen que lidiar con la universidad, su vida y la policía sin que nadie sospeche que han sido ellos, pues todos podrían ser sospechosos. Por suerte, una lluvia consiguió destapar el cuerpo de Bunny, siendo encontrado por las autoridades y reportándolo como un accidente, tal y como los chicos habían planeado. Así, con este peso quitado de encima, solo quedaba volver a la vida normal. Peor no iba a ser así. Julian recibe una carta y se la enseña a sus alumnos; él piensa que es una broma de mal gusto, pues se la envía Bunny. Los chicos la leen y se dan cuenta de que esa carta fue escrita antes de que se lo contase a Richard, y que tiene por las cuartillas de detrás las reservas de un viaje que hizo Bunny con Henry. Si Julian descubría eso, era su fin. Intentan robar la carta, pero fracasan, haciendo así que Julian descubra la verdad. Promete no delatarlos, pero se marcha del colegio sin dar ninguna explicación.
Esta degeneración de los protagonistas acaba con la muerte de Henry, quien se suicida para que no lo lleven a la cárcel. Antes de hacerlo se despide de Camilia, de quien estaba profundamente enamorado. Los chicos, tras este suceso, se separan durante años; y cuando vuelven a reunirse ya nada es igual.
*Crítica:
Brevemente: se va a mi lista de favoritos, pero no sabría explicar exactamente porqué, ya que hay algunos detalles que no me han gustado, pero es una pasada de libro.
Donna Tartt by Gilles Peress (1993) Fuente |
Se compone de dos partes, y el cambio que se nota entre ambas es brutal, aunque página a página no se aprecia, sólo se ve cuando acabas el libro y ves lo que ha pasado. En el trascurso se diluye la tensión tan bien creada por Tartt, así como los personajes dejan de ser tan enigmáticos, pasando a ser mediocres y sinsentido. Siento que esto es premeditado por la autora, ya que el punto que lo cambia todo es un crimen (o varios) y es evidente que iba a influir en la historia de cada personaje. Este cambio deriva, quizá sin quererlo, en un ritmo irregular de la novela: páginas en las que no sucede nada, detalles que parecen importantes y que no lo son. Pero esto tiene un motivo: es una novela de personajes, no de trama, ya que esta se basa en tres puntos y quedan expuestos al comienzo del libro.
Por otro lado, los personajes son muy interesante, no estereotipados, con personalidad propia. No he leído nada parecido. Sus descripciones han sido una de las cosas uqe más me han gustado. ¿Qué hace Donna Tartt? Después de 650 páginas hablándote de ellos, sigue describiéndotelos, cambiado constantemente la percepción que tienes: "en lo referente al aspecto físico, la formalidad de su porte era lo único que lo salvaba de la mediocridad". Increíble. Derrumba el personaje más enigmático y misterioso -y, por tanto, atrayente- en una sola frase. Tras 650 páginas Donna Tartt hace esto.
De los personajes principales (Camila, Charles, Bunny, Francis, Henry, Richard y Julian), mi favorito ha sido Henry sin ningún tipo de duda. Mi mayor decepción: Julian, el profesor de clásicas. Esperaba que su personaje tuviese una participación más activa en la historia, no una actitud tan pasiva. Su historia se me ha quedado a medio hacer. Esperaba un personaje mucho más frívolo, más macabro, algo sectario incluso. Pero no ha sido así, y quizá esta decepción sea culpa mía.
A todo esto, es fácil de leer, tiene una tensión perfecta la mayoría del tiempo y atrapa como un thriller en el que no pasa nada, pero en el que pasa de todo moralmente. Los dilemas morales y la cultura clásica son la estética de este libro. Bañado en sangre, por supuesto.
*Citas destacadas:
Nuestro propio yo nos hace profundamente infelices, y ésa es la razón por la cual estamos tan ansiosos de perderlo. (...) Y ¿cómo podemos perder ese yo enloquecedor, perderlo por completo? ¿Con el amor? El amor es un maestro cruel y terrible. Uno pierde su yo en favor del otro, pero al hacerlo se esclaviza y se convierte en desdichado.
Es peligroso ignorar la existencia de lo irracional. cuanto mas cultivada es una persona, cuanto más inteligente y mas reprimida, más necesita algún medio de canalizar los impulsos primitivos que tanto se ha esforzado en suprimir. De otro modo, estas poderosas y antiguas fuerzas se concentrarán y fortalecerán hasta que sean lo bastante violentas para estallar con más violencia a causa de la demora, a menudo lo suficientemente fuertes para destruir por completo la voluntad.
Es muy fácil ver las cosas retrospectivamente. Pero entonces yo no veía otra cosa que mi felicidad, y no sé qué decir aparte de que la vida parecía mágica en aquella época.
Navegaba guiado únicamente por las tenues luces del impulso y la costumbre, convencido de que en su camino no aparecerían obstáculos que no pudieran ser esquivados improvisadamente.
Hay cosas tan terribles que no podemos entenderlas inmediatamente. Y has cosas -desnudas, farfullantes, indelebles de tan horrorosas- demasiado terribles para que lleguemos a entenderlas jamás. Sólo más adelante, en la soledad, en la memoria, nos damos cuenta: cuando las cenizas se han enfriado, cuando ya se han marchado los dolientes; cuando miras a tu alrededor y te encuentras, para tu sorpresa, en un mundo completamente diferente.
Los muertos se nos aparecen en sueños, porque ésa es la única manera de que nosotros los veamos; lo que vemos es sólo una proyección lanzada desde la distancia, luz procedente de una estrella muerta.
Al final me lo leo.
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