Reseña || Tu amor es infinito, de Maria Peura #LeoAutorasOct
*Cómo llegó el libro a mis manos:
Lo compré en la Feria del Libro de Madrid en 2015 pero hasta ahora no había sido capaz de leerlo porque sabía que me iba a doler.
*Argumento:
Los padres de Saara la han enviado a vivir con sus abuelos en la granja durante un tiempo porque tienen que reconstruir su hogar. Sin embargo, en casa de los abuelos, a Saara sólo le queda una escapatoria del dolor: su imaginación.
Durante su estancia en la granja sufrirá constantes abusos sexuales por parte de su abuelo, a quien le debe sumisión, porque lo dice la Biblia y su madre. Ella lo mantiene como un secreto, mientras juega con su mejor amigo Pentti y ayuda a su abuela, quien la pega constantemente.
Un día Saara comienza a encontrarse muy mal y sus tíos la llevan al médico, ante la negativa de los abuelos. Allí el doctor ve que algo ocurre en sus partes íntimas, pero Saara no es capaz de delatar a su abuelo.
Mientras Saara y Pentti juegan en el bosque, el abuelo asalta a Pentti y abusa sexualmente de él, por lo que la familia de Pentti se muda a Alemania ante el miedo de su hijo a salir a la calle. Ambos amigos se despiden y jamás vuelven a tener contacto, aunque Saara siente a su mejor amigo siempre muy cerca.
Una noche se atreve a llamar a la policía y delatar a su abuelo, por lo que se lo llevan a la cárcel. Mientras, descubre que en realidad sus padres no están reconstruyendo ningún hogar, sino que su madre se ha dado a la bebida compulsivamente y su padre ha desaparecido el mapa.
Los tíos de Saara deciden llevársela consigo y buscar una trabajadora social que cuide de ella, con quien realmente se abrirá y contará todo aquello que su abuelo le hacía pasar por un juego. Bajo el cuidado de profesionales, Saara recibe un paquete de su abuela que contiene muchas cartas que Pentti le había enviado pero que nunca le dieron.
*Crítica:
Yo sabía que iba a doler, pero no creía que tanto. Me ha creado un remolino de emociones en cada frase, llenas de lirismo, llegando a hacerme llorar de impotencia. Es muy fácil empatizar con Saara, mientras que sufres por la aparición del abuelo, un personaje creado de forma muy compleja y que consigue teñir la escena de tensión con sólo aparecer en la página.
Creo que junto a "No, mamá, no", de Verity Bargate (click aquí para leer la reseña), no he leído un libro tan crudo. Tan doloroso. Más real de lo que parece a simple vista.
El título engaña, no es una historia de amor. Es una historia de supervivencia. Es una historia de incestos, de abusos sexuales, de relaciones quebradas. No creo que sea un libro para todo el mundo. La sutileza de la autora también hace que haga falta una lectura detallada: muchas metáforas, la mente de Saara cambia el mundo por completo, falta de realismo en la narración... estamos hablando de que la protagonista apenas tiene ocho años y ha creado su propio mundo, su propio círculo para huir de la realidad. ¿Cuál es el futuro de las "Saaras" en la vida real? Sólo de pensarlo se me encoge el alma.
Soy como las flores, amarilla, feliz. Tengo muchos amigos, flores.
Las visitas siempre causan molestias. Sólo buscan fisgar por los rincones de la casa y destapar secretos. Y te clavan un puñal por la espalda.
Pentti y yo no necesitamos pensar en asuntos lingüísticos. No necesitamos una lengua para nada. Con Pentti puedo hablar sin mover la boca en absoluto. Pentti me escucha aunque todo un universo se interponga entre nosotros.
El agua del fondo está fresquita. Los rayos del sol me buscan en vano en la penumbra subacuática. Las plantas extienden hacia mí sus brazos y sus piernas, se me enroscan, me esconden de la luz del sol. ¡Les estoy tan agradecida! Muy pronto moriré y es maravilloso no tener que morir sola.
He aprendido a escucharlas, las gotas de lluvia se han hecho mis amigas. He aprendido la lengua del repiqueteo que nadie ajeno puede comprender.
Es tan humillante que tengo que morir. Tengo que morir muchas veces, pero no entro en el cielo.
Éste es mi cuerpo. Está muerto, aunque doy bocanadas de aire y trago espíritu. En realidad vivo separada de mi cuerpo, por eso ya nunca siento dolor. He aprendido a volar fuera de mi cuerpo. SI me causan daño, puedo volar alto y observar desde el techo cómo golpean y mutilan mi cuerpo.
No puedo morir. No del todo. Pero puedo matar una parte de mí. La parte que siente.
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