Reseña || Los dioses mienten, de Kaori Ozaki

Resumen:


Natsuru es un alumno nuevo en la escuela y ninguna chica habla con él porque rechazó a una de las chicas populares. Un día recoge a un gato de la calle, pero no puede quedárselo, y decide dárselo a su compañera de clase Suzumura, quien esconde un secreto: vive sola con su hermano, sus padres no están en su casa; su madre desapareció y su padre es pescador en Alaska y viene alguna vez a dejarles dinero.

Natsuru juega en un equipo de fútbol y debe ir tres días a otra ciudad para jugar con sus compañeros. Sin embargo, miente y dice que no puede ir porque tiene la gripe. Mientras está comiendo en el parque se encuentra con Suzumura, quien le invita a su casa para que pueda ver cómo ha crecido el gato, Tofu, pero finalmente se queda allí los tres días.

Comienzan a convivir los tres, pero Natsuru se da cuenta de que pasa algo raro, cuando sin querer Suzumura se refiere a su padre como "abuelo". Una noche el hermano de Suzumura coge un escarabajo en casa y lo cuida como si fuera su mascota. Al morirse Natsuru decide enterrarlo en el jardín, pero el hermano pequeño quiere despedirse de él, y al ir a desenterrarlo se encuentran con cadáveres putrefactos.
Hay un flashback en el que se ve a la familia completa: el abuelo, el padre, el hermano y Suzumura. El padre decide irse a trabajar a Alaska mientras su hija se haría cargo de todo. Un día el abuelo se cae por las escaleras de la casa y fallece, por lo que Suzumura decide enterrarlo en el jardín.
En la escuela las compañeras se ríen de Suzumura porque va despeinada y con ropa vieja. Natsuru golpea a una de esas niñas porque no se le ocurre otra manera de protegerla.

Natsuru va al hospital a visitar a su antiguo entrenador de fútbol, quien ha sido diagnosticado de cáncer. Para animar al muchacho le dice que está bien y que espera que puedan volver a jugar juntos pronto.

Suzumura descubre un día que su padre le ha engañado, que está viviendo en la misma ciudad, que ahora vive con otra mujer y finge que no la conoce.
Ante esto, sólo se tienen el uno al otro, y Natsuru y Suzumura deciden escapar juntos y llevarse a su hermano. Deciden hospedarse en una pensión, pero la dueña sospecha que los niños se han escapado porque no van acompañados de ningún adulto, así que llama a la policía. Los adolescentes confiesan que se quieren justo antes de que los separen y cada uno vaya en direcciones diferentes.

Al final el caso de la muerte del abuelo y su entierro en el jardín fue carne de prensa y en el colegio todos hablaban de Suzumura, pero Natsuru seguía protegiéndola como sólo él sabe, ganándose muy mala fama entre sus compañeros. Natsuru nunca volvió a verlos, pero cree que viven en alguna casa de acogida y que Tofu fue adoptado por una familia. 
Un día, mientras la carrera de fútbol de Natsuru va camino del éxito, recibe una llamada de Suzumura, que le promete que pronto volverán a verse. ¿Será otra mentira de los dioses?

Crítica:
Tiene un estilo de dibujo sencillo pero con matices que transmiten mucho, que acompañan a la historia a la perfección, que no es sencillo porque el argumento tiene una calidad a la que hacer frente. Se combina de manera muy acertada el drama y la comedia para contar una historia de amor puro y de inocencia.
Yo ya había leído este manga en mayo de 2016 y releerlo ha sido una maravilla. Me doy cuenta de que entonces no entendí la dimensión del significado, y que ahora sí he comprendido. Me parece muy muy importante y además era justo lo que necesitaba leer.

Los dioses mienten hace referencia a cómo nos atamos a las mentiras para seguir viviendo: el padre de Suzumura dijo que volvería, el entrenador que volvería a jugar, el padre de Natsuru que no se moriría...


Citas destacadas: 

Yo sin saber realmente por qué se había puesto a llorar me sentí sobrecogido ante la cálida sensación de tenerla temblando entre mis brazos.

Aquellos que confían en sí mismos son capaces de cualquier cosa.

Cuando te pones a correr es como si el sonido del viento hiciera temblar el patio.

Para mí tú siempre has sido un cielo azul que se ve a lo lejos...

Cuando papá estaba enfermo, un día me dijo, en el hospital... "Si te portas bien y haces lo que te diga tu madre, como los dioses nos miran, harán que me cure de mi enfermedad. por eso tienes que tener paciencia y ser un buen chico." Pero papá murió... ¿Es porque no me porté suficientemente bien? Es que... a veces, los dioses mienten. Y no de cualquier manera. Extendiendo la mano hace esas mentiras seguimos viviendo.

Un gato que ha perdido un pata corre con las tres que le quedan. No es algo que resulte triste en absoluto. Corre. Corre.

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